Cómo limpiar puertas lacadas en blanco que amarillean

Cómo limpiar puertas lacadas en blanco que amarillean

Un acabado lacado le da un aspecto sofisticado, elegante y de calidad a cualquier mueble. En su mayor parte, la laca es un acabado duro, pero es susceptible a los arañazos, roces y al desgaste diario, que puede hacer amarillear las puertas sacadas en blanco.

La limpieza de las puertas lavadas no es igual que la limpieza de otro tipo de acabados. Por eso en este artículo vamos a enseñarte a limpiar el lavado blanco de la mejor forma posible, para que te dure mucho tiempo.

El agua, los residuos de alimentos, las huellas dactilares y la grasa también pueden arruinar el aspecto de la laca. Una limpieza adecuada evita la acumulación de suciedad y devuelve el brillo a las puertas lacadas.

Lo primero que debes hacer, es mantener tus puertas lacadas secas en todo momento. Si tienes alguna puerta sacada que esté en una zona propensa a los derrames, será mejor que la protejas con un protector específico. De esta manera se puede contener cualquier derrame.

Si no, solo asegúrate de limpiar cualquier derrame que pueda ocurrir de vez en cuando. El agua puede dañar el lacado en un tiempo relativamente corto. Dejará manchas que son difíciles de quitar más tarde.

Limpia el lacado con jabón suave

La mejor forma de limpiar el lacado, es usar un paño ligeramente mojado con agua tibia y con un jabón suave. Una mezcla de una cucharadita de jabón con 2 litros de agua es suficiente.

Escurre bien el paño para que simplemente se humedezca, y no gotee. Limpia la puerta de arriba a abajo, evitando hacer movimientos circulares.

Una vez que el lacado esté limpio, utiliza un paño suave y seco para limpiar cualquier exceso de agua. Recuerda que el agua es la muerte de los sacados si se deja encima.

También debes asegurarte de que el paño no tiene ningún material extraño que pueda rayar la superficie. La más pequeña brizna de suciedad puede causar estragos en un acabado lacado.

El uso de limpiadores caseros químicos, también malogrará el acabado lacado. Evita usar cualquier limpiador que contenga lejía o amoníaco.

Algunos lacados toleran limpiadores de madera a base de solventes suaves para eliminar la suciedad más incrustada. Prueba estos limpiadores en un área discreta de la puerta para asegurarte de que no daña el acabado.

Limpiar las puertas por lo menos una vez a la semana, antes de que se ensucien, las mantiene con su mejor aspecto.

Limpia el polvo del lacado

La laca muestra el polvo mucho más rápido que otros tipos de acabados. Para eliminar el polvo, basta con pasar un paño suave sin pelusa, o un plumero de microfibra limpio.

No debes arrastrar el polvo a través de la superficie, ya que puede contener pequeñas partículas duras que pueden rayar la superficie.

Mantener la superficie limpia y desempolvada ayudará a evitar que se acumulen estas partículas duras, y ayudará a mantener el aspecto brillante del lacado.

Protege el acabado lacado

Un acabado lacado puede rayarse fácilmente. Por eso, hay que tener cuidado de no apoyarse sobre la puerta con algún objeto metálico, como un cinturón.

Un acabado lacado puede quedar bien en prácticamente cualquier mueble. Mientras tomes las medidas preventivas para evitar posibles daños, el lacado de una puerta puede durar toda la vida.

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